Andi fuma tabaco, sólo tiene catorce años y es un experto fumador. Andi agarra el cigarro con dos dedos elegantemente y con un suave golpe con el pulgar tira la ceniza, todo con la gracilidad que da la experiencia. Nos quedamos Fernando y yo sorprendidos.
- ¡Pero hombre, que haces fumando! – exclama Fernando.
Entonces agarra el cigarro Ivan, un kichwa mayor que yo y con el orgullo del inconsciente dice:
- Yo le enseñé a fumar.
Confunde nuestras caras de sorpresa con caras de admiración y sigue fumando sonriendo.
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